Jack James, un modelo británico, ha denunciado haber experimentado serias complicaciones después de someterse a una cirugía dental en Turquía. En busca de corregir sus dientes torcidos para mejorar su apariencia frente a la cámara, James decidió optar por una operación en Estambul debido al elevado costo de la odontología en el Reino Unido… y se puede decir que, en muchas ocasiones, lo barato sale caro.
Al principio, al regresar al Reino Unido, James estaba satisfecho con los resultados de la cirugía y se sentía más seguro con su apariencia. Sin embargo, pero todo comenzó a torcerse a partir del mes de mayo, justo cuando comenzó a experimentar dificultades al usar hilo dental, empezó a sufrir de sangrado de encías y, sobre todo, comenzó a tener un «aliento terrible».
Preocupado por los síntomas, acudió a urgencias, donde un dentista le diagnosticó un absceso en la zona afectada y describió el estado de sus dientes como «un desastre»; el dinero que se había ahorrado, ahora, se le devolvería en dolores de cabeza.
Lo barato, en ocasiones, sale caro
Se le informó que el costo de repararlos ascendería a unas 20.000 libras esterlinas, bastante más de lo que se había ahorrado y él, que es de tomarse las cosas con humor, comparó su apariencia con la de un tiburón, sacado de una película de terror.
Decidido a buscar soluciones, James regresó a la misma clínica para que le retiraran las carillas dentales anteriores y colocaran unas nuevas. Sin embargo, una de las nuevas carillas se ha desprendido, dejando un hueco significativo en su dentadura que, ya de por sí, está muy perjudicada. Ante esta situación, el modelo quiere crear conciencia entre otras personas para que investiguen adecuadamente antes de someterse a tratamientos dentales en el extranjero.
La búsqueda de tratamientos más asequibles en países como Turquía, Europa del Este o el Sudeste Asiático ha sido motivo de advertencia por parte de los gobiernos durante décadas, especialmente durante los últimos años. Esto es especialmente relevante en el caso de la odontología, ya que muchos ciudadanos británicos enfrentan dificultades económicas para acceder a servicios dentales de calidad en su propio país… y se ven tentados a recurrir a clínicas extranjeras.
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Fuente: La Vanguardia.